María, la hija de Kina Fernández, lleva ahora las riendas de la casa y cuenta que quiere revisitar el estilo minimalista “made in USA” de los primeros años de la década de los 90. Calvin Klein renovó entonces el armario de las mujeres norteamericanas con su sencillez elegante pero la española “decora” las prendas con ese toque tan sofisticado que es seña de la casa.
En su perchero vemos vestidos cortos en seda con manga quimono a los que añade un bordado-joya en forma de babero, o diseños de fiesta de patrón suave que envuelven el cuello con un tirante-collar.
María logra su propósito con las chaquetas de corte masculino y las faldas cortas con volumen contenido. Hay pocos estampados; tan solo unas flores en blanco y negro sobre tela de saco, rayas en dos colores (verde y gris) y uno de muchos dibujos de cositas de chica: frascos de perfume, zapatitos de tacón, flores y joyas.
Un salmón en tono brillante se erige centro de la carta de colores, especialmente en las prendas de fiesta. Las pinceladas de rosa fuerte, turquesa y ocre tiñen vestidos de sedas ligeras que la diseñadora combina con chaquetas buscando ese look tan característico de grandes como Calvin Klein, Michael Kors o Donna Karan.