Por RAFAEL MUÑOZ
Traje pantalón con chaqueta corta que deja el ombligo al aire, minivestido con escote V, vestido con los hombros al descubierto, y top con tirantes y la espalda al descubierto. No, no me he vuelto loco, o sí, pero son prendas de la colección de otoño e invierno de Stenerös, pensada quizá, y ahí mi error, para vender en climas cálidos.
Tonos burdeos, grises, crudos y blancos rotos dominan en su propuesta, y destacan en cambio los verdes que se mezclan en tono menta y botella consiguiendo un look divertido. El tono maquillaje fuerte también destaca, quizá porque ahora arrasan el visón y el carne.
Carne vemos también con unos tops minúsculos de punto casi transparente, cortos por delante y más cortos aún por detrás, que dejan a la vista los encantos y las vergüenzas.
Por fin vemos un desfile con una colección de invierno. Mercedes Castro utiliza solo lana gruesa para tricotar jerseys, ponchos, capas, chaquetas y monos. Destacan los que llevan dibujos de insectos o de El Principito, y llaman la atención los jerseys de punto supergrueso que aumentan de volumen con un efecto nube alrededor del cuerpo. Castro los mezcla con pantalones de pijama con estampados de cielo nublado.
Su fantasía, los exagerados volúmenes de dibujo animadoy el colorido recuerdan en cierta manera a la locura de Vacas Flacas.