El madrileño Museo de América tiene nuevos inquilinos. Se trata de dos polluelos de halcón peregrino que han sido presentados en sociedad por la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Birdlife). Es el segundo año que la pareja de halcones que domina la zona de la Moncloa y la Ciudad Universitaria tienen crías.

El año pasado la sociedad conservacionista colocó dos nidos para permitir que los halcones disfrutaran de un lugar propicio para la reproducción. El resultado fue el nacimiento de tres crías. Este año la hembra también ha puesto tres huevos, de los que han eclosionado estos dos polluelos, a los que hasta el momento nadie ha puesto nombre.

Con esta pareja, son tres las parejas que viven en estado salvaje en Madrid capital. Una es vecina de nuestra redacción, ya que residen en el famoso 'Pirulí'. La otra está sobre una casa próxima a la autovía M30 y también han conseguido descendencia.

Desde hoy tienen su propio DNI

Durante la presentación, los miembros de SEO han anillado a los retoños para poder identificarlos en el futuro. Gracias a este método, se está realizando el primer censo nacional de halcón preregrino, para conocer en qué estado se encuentra la especie en nuestro país.

Se calcula que en España la población alcanza las 2.600 parejas. Sólo en la Comunidad de Madrid hay localizadas 30 parejas, concentradas en roquedos de la Sierra de Guadarrama, y en los ríos Jarama, Henares y Tajo. El mal dato es que la especie se encuentra amenazada en el sureste de la Comunidad.

Una especie vulnerable

El halcón peregrino es una especie protegida. La Comunidad de Madrid lo ha catalogado como especie vulnerable. Aparte de los búhos reales, que son su principal amenaza natural, la caza ilegal para uso en cetrería, la agricultura intensiva y el uso indiscriminado de pesticidas, o los parques eólicos, son las principales amenazas que han acabado con los hábitats naturales.

El ciclo vital

A los 46 días de nacer, el halcón comienza a salir del nido a volar, hasta que, pasados dos meses, sus propios progenitores los expulsan para que no compitan con ellos por la comida. Se trata de unas aves fieles. No cambian de pareja ni de nido salvo que alguno muera.

Los adultos alcanzan los 45 cm. de altura. De ellos destaca su amplio pecho, alas afiladas y cola relativamente corta. Son animales que ayudan a mantener el equilibrio ecológico, ya que se alimentan básicamente de palomas, estorninos y vencejos.