En Portada viaja hasta Kenia para abordar el acceso a agua potable en uno de los países africanos más castigados por la escasez. Las fotos del realizador MIGUEL ÁNGEL VIÑAS, ponen rostro a este Safari del agua, la historia de dos viajes emprendidos con la misma finalidad: buscar un recurso básico

Jerusa es una de las protagonistas del reportaje de En Portada. Cada mañana recorre varios kilómetros a pie para buscar agua, su principal tarea desde que era una niña. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

Jerusa no es la única mujer que encontramos en el camino. Ese largo trayecto para coger y acarrear la poca agua que pueden consumir a diario es tarea habitual de mujeres y niñas. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

En las manos ajadas y los pies encallecidos de estas mujeres que, con sus bidones a cuestas forman parte del paisaje africano, se reflejan las heridas de todo un continente. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

Tras la caminata, llega la espera. Son muchos los que han realizado el trayecto y deben aguardar el turno antes de emprender el camino de vuelta.
FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

No sólo las mujeres se dejan la vida en el camino en busca del agua. Quienes se dedican a la ganadería también recorren largos trayectos para dar de beber a los animales. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

En nuestro recorrido tampoco faltan quienes toman agua directamente de las charcas. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

La población africana tiende a agruparse cada vez más en zonas urbanizadas pero también pervive la vida en poblados donde el agua corriente sigue siendo un sueño. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

"El safari del agua" retrata también un viaje más esperanzador, el emprendido por el hermano Arguesse, Mukiri, en swahili, 'el que no habla, pero hace'. Ha diseñado un proyecto de ingeniería que ha facilitado agua a más de doscientas cincuenta mil personas. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

Los proyectos del hermano Arguesse han llevado el agua a la zona pero, además, han demostrado que una buena gestión del recurso puede generar riqueza para la colectividad. FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS

Tres generaciones de kenianos. ¿Un futuro más esperanzador? FOTO: MIGUEL ÁNGEL VIÑAS