Ainhoa Ozaeta Mendicute, la etarra detenida en una operación conjunta de la Guardia Civil y de la Gendarmería en el sur de Francia, podría haber sido el rostro oculto detrás de la capucha que el 23 marzo de 2006 anunció el alto el fuego indefinido que abría la última tregua de la banda terrorista y el proceso de negociación con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Ozaeta era la identidad probable que desde el Ministerio del Interior se atribuyó a la voz femenina que comunicó el mensaje, primero en euskera y después en castellano, y que se convertía en la primera mujer que intervenía como portavoz de ETA desde la disolución del ala político-militar de la banda en 1982. Sin embargo, las investigaciones policiales no pudieron asegurar que, en efecto, se tratara de este miembro de la cúpula etarra.

Titulada en gestión de empresa, Ozaeta, de 34 años, fue coordinadora de Batasuna en Guipúzcoa y miembro de la antigua mesa nacional del brazo político de la banda terrorista. También ocupó una concejalía por Batasuna en Andoain (Guipúzcoa), donde vivía antes de huir a Francia.

Cuando el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón abrió un proceso contra el aparato de financiación de la banda terrorista, abandonó Andoain y se dio a la fuga, puesto que aparecía en el sumario como titular de una cuenta corriente de la Coordinadora de Alfabetización de Euskera (AEK).

Compañera sentimental del hijo de Josu Ternera

Hace una semana, se relacionó a Ainhoa Ozaeta con la cúpula de la banda terrorista que podría estar coordinando desde Francia la reorganización clandestina de Batasuna, junto con los etarras Egoitz Urrutikoetxea Laskibar -hijo de 'Josu Ternera', quien es además su compañero sentimental- y el ex parlamentario vasco de Batasuna Jon Salaberria, también detenido en la misma operación.

Ozaeta, al igual que Salaberria, procede de la kale borroka y ambos vivían en la clandestinidad en el país vecino desde finales de 2005. José Antonio Urrutikoetxea, alias 'Josu Ternera', con el que Ozaeta coincidió en la mesa nacional de Batasuna, les habría fichado para potenciar el 'frente político' encargado de negociar con el Gobierno en el marco de las negociaciones del llamado "proceso de paz".