La guerra en Ucrania sigue en dos frentes: el militar, donde Rusia intenta recuperar Kursk para fortalecer su posición en futuras negociaciones, y el diplomático, donde Ucrania enfrenta un duro revés tras la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de suspender el apoyo militar y el suministro de inteligencia.
Trump ha endurecido su postura tras un tenso choque en el Despacho Oval, acusando al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, de haberle "quitado" el dinero que el expresidente, Joe Biden destinó a Kiev. Ahora, el republicano condiciona el restablecimiento de la ayuda a que Ucrania firme un acuerdo sobre tierras raras, recurso estratégico clave, a cambio de que Estados Unidos le otorgue garantías a su seguridad.
El martes, los equipos de ambos presidentes se reunirán en Yeda para discutir la tregua "en el cielo y en el mar" propuesta por Zelenski y, al mismo tiempo, recuperar el respaldo de Washington