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El juicio contra Dominique Pelicot ha tenido una enorme repercusión en Francia y ha puesto el foco en la lucha contra la violencia sexual en el país, al tiempo que ha abierto varios debates, como el de la sumisión química, el papel de las víctimas o el consentimiento. Todo ello, con Gisele Pelicot a cara descubierta en todo el proceso y convertida en icono feminista. Las claves jurídicas del caso también trascienden a la sociedad francesa y, a nivel europeo, se empieza a revertir la tendencia a revictimizar y cuestionar a las víctimas.

Foto: Miguel MEDINA / AFP

Dominique Pelicot ha sido declarado culpable de violar a su mujer Giséle, de someterla químicamente y ofrecería a otros hombres, de difundir fotografías de ella de contenido sexual y de tener material sexual de su hija y de su nuera. En total, 20 años de prisión, la máxima en Francia, y la que había solicitado la Fiscalía. En la sala, se ha visto a un Pelicot abatido que también ha escuchado las penas que el tribuna profesional ha dictado para los otros 50 acusados, que han sido más bajas de las que pedía el Ministerio Público.

Foto: Benoit PEYRUCQ / AFP

Dominique Pelicot es declarado culpable por drogar y violar repetidamente a la que fuera su mujer Gisèle y ofrecerla para que otros hombres la violaran. El Tribunal Penal de Aviñón le impone una pena de 20 años de cárcel, la máxima que podía caerle. Los otros 50 hombres procesados por participar en las violaciones también son declarados culpables, pero las condenas son inferiores a las que pedía la Fiscalía.

El Tribunal no acepta el argumento de que algunos "no sabían que la estaban violando", pero acepta que podían no saber que estaba drogada, por lo que no aplica el agravante de haber utilizado intoxicación química. Las penas van entre los 15 años, la máxima, y tres años, la mínima: seis encausados no van a entrar realmente en prisión. Gisèle Pelicot, que ha mirado a la cara a cada uno de los violadores, dice que respeta la decisión de la justicia y que no se va a oponer a ello. "Hay una consecuencia evidente en el debate público: Gisèle ha trascendido su condición de víctima y se ha convertido en un icono y un referente de la lucha feminista", informa Antonio Delgado, corresponsal en Francia.

La Justicia francesa ha condenado este jueves a Dominique Pelicot a 20 años de prisión, la pena máxima, por las violaciones y agresiones a la que fuera su mujer, Gisèle, a quien drogaba y ofrecía a otros hombres para que fuera abusada entre 2011 y 2020.

El Tribunal Penal de Aviñón ha declarado culpable de "violación agravada" a Pelicot, por lo que incluirá su nombre en el registro de delincuentes sexuales. Asimismo, ha resuelto que otros 47 acusados son culpables de violación; dos, culpables de intento de violación y otros dos, culpables de agresión sexual por este mismo caso.

En Mayotte, el archipiélago francés que se encuentra al sureste de África, el pasado domingo el ciclón tropical Chido y sus vientos de más de 220 kilómetros por hora han causado el caos. El balance provisional es, por el momento, de 14 muertos y más de 200 heridos, pero Francia teme que haya "cientos". Juan Moreno y Sonia Langa, profesores de español en el Lycée de Sada y en el collège de Sada, ubicado en el centro-oeste de Mayotte, quienes se encontraban fuera del archipiélago cuando llegó el ciclón, nos cuentan cómo está la situación en el informativo 24 horas de RNE: "Toda nuestra vida está allí, pero lo hemos perdido todo, no queda nada". Han podido contactar con sus amigos, pero aseguran que no tienen información sobre sus alumnos.

Relatan que algunas casas han quedado en pie, aquellas de cemento y hormigón, pero, dicen, "el problema real" es de aquellas personas que viven en "viviendas precarias": "Hay muchas que ya no existen, eran de metal o de madera [...] Barrios enteros de chabolas, el ciclón lo ha barrido todo". Mayotte es un archipiélago en el que la migración ha aumentado mucho en los últimos años: hay unas 100.000 chabolas y casi un 80% vive bajo el umbral de la pobreza. "Muchos de nuestros alumnos vivían en este tipo de viviendas, aún no sabemos dónde está toda esta población porque no se les ha visto en los centros de acogida que se pusieron para estas personas antes de que el ciclón llegara. Se dijo que cualquier persona en una situación vulnerable podría ir a este tipo de establecimiento, pero por miedo a ser repatriados a sus países de origen, estos habitantes no acudieron a los centros de acogida", señala Sonia Langa. Catalogan la situación en Mayotte de "desaladora", no hay agua potable ni electricidad en estos momentos: "Toda la isla está por reconstruir, no sabemos cuándo vamos a poder volver".

Los primeros efectivos del Ejército francés y los servicios de emergencias han llegado este lunes al archipiélago de Mayotte, un departamento francés en el océano Índico, para reforzar las labores de rescate y ayuda a la población tras el paso del ciclón Chido. Las autoridades temen que centenares o miles de personas hayan muerto, aunque de momento solo se han confirmado oficialmente 14 víctimas.

Foto: REUTERS/Chafion Madi

Los vientos de más de 200 kilómetros por hora que ha provocado el ciclón Chido han arrasado la capital de Mayotte, Mamoudzou. Las autoridades temen que haya cientos de fallecidos. Este archipiélago situado en el sureste del continente africano, cerca de Madagascar, es el departamento más pobre de Francia. Ha llegado el primer avión militar con tres toneladas de material médico. Son los únicos que pueden aterrizar en la isla porque la torre de control del aeropuerto de la capital está fuera de servicio. El puerto también está afectado y parte del hospital principal está destruido. El ciclón sigue avanzando y se ha intensificado en las últimas horas. Ha tocado tierra en Mozambique con vientos de más de 260 km/h.

Foto: Kwezi/AFP/dpa

La isla francesa de Mayotte, situada frente al continente africano, intenta recuperarse del paso del ciclón más devastador de los últimos 90 años. Hay al menos 14 fallecidos, pero las autoridades consideran que la cifra aumentará. Es el departamento más pobre de Francia.

Francia ya tiene nuevo primer ministro. El presidente, Emmanuel Macron, acaba de designar al centrista François Bayrou para el cargo que antes ocupaba Michel Barnier, destituido hace unos días en una moción de censura cuando llevaba solo tres meses en el cargo. Bayrou, de 73 años, es un viejo conocido de la política francesa: fue ministro de Justicia en 2017 en la primera legislatura de Macron y de Educación entre 1993 y 1997 y ha sido tres veces candidato a las presidenciales.

Foto: Vincent Isore / Zuma Press / ContactoPhoto