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Las largas colas en los puntos de distribución gratuita de alimentos ya son una imagen habitual en Gaza. Aquí los niños también esperan horas con sus recipientes en la mano para recibir, quizás, la única comida del día. El riesgo de hambruna se extiende.

Estados Unidos le había dado un ultimátum a Israel: "O entra más ayuda humanitaria o no os entregaremos más armas", dijo la administración de Joe Biden cuando ocupaba la Casa Blanca. El pasado octubre solo entraron 990 camiones de ayuda en Gaza, cuando Washington había exigido que entren al menos 350 camiones cada día. Israel, por su parte, ha dicho que ha cumplido con la mayoría de las exigencias estadounidenses y que incluso ha abierto un nuevo cruce fronterizo para que entre la ayuda, pero la realidad es otra.

Las ONG que trabajan sobre el terreno no solo dicen que no llega suficiente ayuda a Gaza, sino que además, la situación está empeorando dramáticamente, sobre todo, en el norte. En esta zona del enclave continúa un asedio desde hace semanas. La ONU ha denunciado que solo llega el 6% de la ayuda necesaria.

La guerra en la Franja de Gaza es el conflicto más letal para los periodistas. Cada día se enfrentan a la muerte mientras trabajan porque son un objetivo para el Ejército israelí. Desde que comenzó la guerra han muerto 177 reporteros, el 10% de los informadores del enclave.

Todos trabajan desde campos de desplazados porque el 100% de las sedes de medios de comunicación han sido destruidas.

Israel lleva más de un mes centrando sus operaciones militares en el norte de Gaza, una zona que la ONU considera "sitiada". En Yabalia, un bombardeo ha dejado más de una treintena de muertos, medio centenar en total en las últimas horas en la Franja. Abdullah ha perdido a casi toda su familia, ya solo le queda su madre, cuenta.

Desde el inicio de la ofensiva israelí, la cifra de fallecidos supera los 43.600. Los números aumentan cada día también en el Líbano, donde son más de 3.000 los muertos. Varios ataques en diferentes puntos dejan en las últimas 24 horas más de 50 víctimas mortales, casi la mitad al norte de Beirut. Bajul explica que, entre las víctimas, hay mujeres y niños.

Foto: AFP / OMAR AL-QATTAA

En Kalandia, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) provee de asistencia sanitaria y de escuelas a la población. Esta ayuda, sin embargo, ahora corre peligro tras la aprobación de una ley por parte del Parlamento de Israel que prohíbe la actividad de esta agencia de la Naciones Unidas. En la escuela que UNRWA tiene en el campo de refugiados estudian más de 2.000 alumnos, entre ellos, Soreh, un palestino que ha vivido en Panamá y que asegura a TVE que la nueva legislación es "muy mala", ya que "no podrán estudiar".

Foto: TVE

La prohibición de Israel -mediante dos leyes que entrarían en vigor en 90 días- de la actividad de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNWRA, en todos los territorios palestinos ocupados "colapsaría toda la operación humanitaria de Naciones Unidas en Gaza", denuncia Raquel Martí, directora de UNRWA España. Además, supone "retirar a UNRWA sus inmunidades como miembros de Naciones Unidas, por lo que Israel puede detener a sus trabajadores y aplicarles la ley antiterrorista israelí, y esto es un grave riesgo", añade. Recuerda Martí que el papel de UNRWA es insustituible: "No hay alternativas a las agencias de Naciones Unidas. Si el ejercito israelí pretende sustituir a agencias hunmanitarias va a ser un fracaso. Es imposible sustituir a UNRWA, y cualquier mensaje del gobierno isarelí en este sentido es mentira". Y concluye Martí: "El objetivo final de Israel es acabar con cualquier proceso de paz en la región, acabar con la autodeterminación del pueblo palestino, intentar que no haya una solución definitiva para la población palestina".

No hay tregua al sufrimiento en Gaza. Las bombas de Israel han destrozado un edificio de viviendas en Beit Lahia, sepultando a muchos residentes bajo los escombros. Sus vecinos se afanan en sacarlos como pueden, sin apenas medios.

Desde hace tres semanas, el Ejército israelí castiga con dureza el norte de la Franja y van más de 800 muertos. Su objetivo, dicen, evitar que los terroristas de Hamás se reorganicen. Palestinos atrapados en la zona protestan por la hambruna y la destrucción del último hospital que les quedaba.

Israel también continúa atacando el Líbano, con nuevos bombardeos en Beirut y el sur del país. Cuatro soldados israelíes han muerto en la incursión por tierra de su ejército. Israel pide evacuar otras 14 localidades libanesas para avanzar en su guerra contra Hizbulá.

Irán no desvela si piensa responder al ataque israelí de este sábado. No hay que exagerar ni minimizar el daño, ha dicho el líder supremo, Alí Jameneí, tras reunirse con familiares de los cuatro militares asesinados por Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha asegurado que su ataque contra instalaciones militares fue preciso, potente y alcanzó todos los objetivos.

Foto: EFE/EPA/GIL COHEN-MAGEN / POOL