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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, presumen de buena sintonía, pero es difícil saber hasta dónde llega realmente la colaboración. Según una investigación del centro Open Source, Moscú está suministrando petróleo a Pionyang a cambio de apoyo militar, lo que significaría que Rusia está violando las sanciones impuestas por la ONU al régimen norcoreano. No es la primera vez que Putin ayuda a sus aliados a esquivar las sanciones. Rusia lo ha conseguido también para sí misma a raíz de la invasión de Ucrania. El grupo de los países sancionados está ahora más unido. Así, Rusia también se ha acercado a Irán para conseguir armas para usar en Ucrania. También China es un apoyo fundamental, pero desde una posición teóricamente más moderada.

Foto: Vladímir Putin y Kim Jong-Un (Kristina Kormilitsyna, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)

El líder norcoreano, Kim Jong-un, se ha dirigido a comandantes de batallón e instructores políticos celebrada en Pyongyang. El discurso lo pronunció el 15 de noviembre, aunque ha sido tres días después cuando la televisión estatal KRT las ha difundido.

"Permítanme enfatizar una vez más que la tarea más importante y vital para nuestras Fuerzas Armadas es la guerra, la preparación para encarar la guerra", ha afirmado Kim. Además, ha explicado que Corea del Norte seguirá "fortaleciendo el poder de autodefensa del país centrado en las armas nucleares".

Washington, Seúl y Kiev han confirmado que más de 10.000 soldados norcoreanos están en Rusia para apoyar su guerra contra Ucrania, y algunos de ellos han participado en combates en Kursk, cerca de la frontera con Ucrania.

La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, ha permitido a Ucrania utilizar armas de largo alcance en Estados Unidos, según Reuters, lo que marca un importante cambio de política y una respuesta al despliegue ruso de tropas terrestres norcoreanas.

"Debemos considerar la guerra contra Rusia, que están librando Estados Unidos y Occidente al enviar a Ucrania como avanzadilla, como una guerra para aumentar su experiencia práctica y ampliar el alcance de su intervencionismo militar al mundo entero", afirmó Kim.

"Mientras los mercaderes de la guerra de Estados Unidos continúan brindando apoyo militar a Ucrania e Israel, más países se ven atrapados en la guerra y la situación de seguridad internacional se torna más peligrosa, lo que aumenta la ansiedad con respecto a que pueda estallar una tercera guerra mundial", ha añadido Kim a la agencia estatal de noticias KCNA.

¿Qué papel está jugando Corea del Norte en la guerra de Ucrania? ¿Se están preparando soldados norcoreanos para combatir en territorio ucraniano? ¿Qué consecuencias puede tener la entrada de este aliado de Rusia en el conflicto? Lo analizamos con Oleksandr Slyvchuk, analista ucraniano del Transatlantic Dialogue Center. Además, hablamos del apoyo sin fisuras que Rusia recibe de países como Irán y China, frente a las dudas que se aprecian en los aliados de Ucrania: Estados Unidos y la Unión Europea, y de la situación en el campo de batalla, donde el ejército ruso sigue avanzando en el frente de Donestsk, mientras la situación permanece estable en la región rusa de Kursk, tras la incursión ucraniana del pasado mes de agosto.

La estrecha alianza de Rusia con Corea del Norte exhibida esta semana con el viaje de Vladímir Putin a Pionyang, inquieta a Occidente en plena guerra en Ucrania. Según el catedrático de Relaciones Internacionales de la universidad King's College London, Ramón Pacheco, el presidente ruso puede buscar el desvío de la atención del conflicto en Ucrania con este acercamiento. Corea del Norte es, además, el principal proveedor balístico de Moscú.

FOTO: AP VÍA KREMLIN / GABRIIL GRIGOROV

La visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, muestra la gran sintonía que ambos mandatarios poseen, así como las sólidas relaciones de sus países. Con regalos de lujo y cena de élite, ambos brindaron por su unión diplomática. Dos países aislados internacionalmente por Occidente buscan alianzas complejas, con movimientos políticos que buscan que Putin saque pecho y obtenga los apoyos militares necesarios para sustentar el conflicto en Ucrania.

Hasta 24 años han pasado desde la última visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a Corea del Norte. Su llegada ha supuesto un fastuoso despliegue para dar la bienvenida al "mejor amigo" del líder norcoreano Kim Jong-un. Una visita histórica que queda sellada con una alianza entre dos países considerados "rivales" de Occidente. El acuerdo de asociación estratégica incluye la intervención de las dos potencias nucleares en caso de que sean atacadas, lo que refuerza la cooperación tanto política como militar entre ambos países.

El presidente ruso, Vladímir Putin, visita Corea del Norte por primera vez desde que asumió la presidencia en el año 2000 para estrechar los lazos de cooperación con ambos países y firmar un acuerdo de seguridad integral. Según ha señalado el mandatario, dicho acuerdo "no va contra nadie", algo que tanto Estados Unidos como sus aliados ponen en duda después de que el régimen de Kim Jong-un haya enviado contenedores con armamento a Moscú a cambio de obtener tecnología rusa para sus satélites espía.

Corea del Norte ha enviado este domingo centenares de globos llenos de basura a Corea del Sur. Estos globos, que vuelan cruzando la frontera, transportan bolsas de basura conteniendo papeles, plásticos, colillas y excrementos, que los soldados surcoreanos recogen y analizan una vez que caen a tierra. Desde que comenzó esta campaña el pasado martes, el régimen norcoreano ha lanzado unos 900 globos basura. Un método de provocación que ha condenado el gobierno surcoreano. Los globos han llegado incluso a Seúl y las autoridades han pedido a la población que no toque los residuos. El régimen de Pyongyang dice que el envío de estos globos es la respuesta a los que se envían desde el sur con propaganda contra el líder norcoreano.

FOTO: YNA/dpa