ESTEBAN RAMÓN
Arquetipos del cine negro mezclados con realidad cañí y tramas terroristas conforman No habrá paz para los malvados, nueva colaboración de Urbizu con su actor fetiche, José Coronado. Una película con el viento a favor antes de la ceremonia. La oportunidad de premiar, al fin, a Enrique Urbizu la sitúa como favorita. Pedro Almodóvar, Mateo Gil y Benito Zambrano ya cuentan con Goya, lo que incrementa la sensación de 'reparación histórica' entre los académicos.
“Es una película con vocación de transmitir desazón, cierto clima de incertidumbre social”, explica Urbizu sobre su obra, un 'thriller' duro y sucio que conecta con Todo por la pasta y La caja 507. Urbizu es nuestro Sam Peckinpah, un narrador directo y sensible. Su propuesta noir solo encuentra un referente en el cine español: el Garci de El crack.
No habrá paz para los malvados es honesta desde el primer fotograma: un plano cerrado de una máquina tragaperras que anuncia un universo real, pegado a los bajos fondos. El mejor Urbizu regresa a su denominación de origen, el policíaco sucio del que deriva una crítica social que ensucia las altas esferas. Como en la La caja 507, como en las buenas novelas negras, el embrollo que rodea al protagonista es mucho más profundo y putrefacto. Si escarbas lo suficiente -parece decir- la mierda salpica en todas las direcciones.
La cinta se introduce con valentía en una trama terrorista basada en los atentados de 11-M y sale airosa de semejante campo minado, aunque Urbizu matiza: “No es una película sobre el 11-M, simplemente se pregunta cómo es posible que algo así suceda”. El mensaje de `No habrá paz...' es que la amenaza sigue aquí, latente.
La película regala a José Coronado el papel de su carrera. Su 'Santos Trinidad' es una suerte del prototipo mil veces interpretado por Clint Eastwood, una leyenda derrotada, una cochambre humana que, tal vez, encuentre una redención poética. "'No habrá paz para los malvados me ha dado la mayor satisfacción que he tenido en estos 25 años de carrera. Es una historia contundente, puro músculo narrativo, un 'thriller' que te mantiene pegado y que al mismo tiempo te hace reflexionar sobre el mundo caótico en el que vive Occidente desde hace diez años para acá en cuanto a miedo e inseguridad”, añade Coronado." En comparación, La caja 507 es un juego de niños”.
El único requisito que Urbizu reclama del espectador es atención para no desviarse de la madeja de datos y nombres. La recompensa es alta y lo demás es dejarse llevar de la mano de un relator. ¿Quién es capaz de filmar como Urbizu?.
Mejor película Producción: Telecinco Cinema, Lazona Films, Manto Films, A.I.E.
Mejor dirección Enrique Urbizu
Mejor guión original Enrique Urbizu, Michel Gaztambide
Mejor música original Mario de Benito
Mejor interpretación masculina protagonista José Coronado
Mejor interpretación masculina de reparto Juanjo Artero
Mejor dirección de producción Paloma Molina
Mejor dirección de fotografía Unax Mendía
Mejor montaje Pablo Blanco
Mejor dirección artística Antón Laguna
Mejor diseño de vestuario Patricia Monné
Mejor maquillaje y/o peluquería Montse Boqueras, Nacho Díaz, Sergio Pérez
Mejor sonido Licio Marcos de Oliveira, Ignacio Royo-Villanova, Ignacio Royo-Villanova
Mejores efectos especiales Raúl Romanillos, Chema Remacha