Adolfo Suárez González nace en Cebreros (Ávila), hijo de Hipólito, un procurador de tribunales de tendencia republicana, y Herminia. En 1954 termina la carrera de Derecho, que estudió por libre en la Universidad de Salamanca, con un expediente discreto.
Le nombran secretario particular del gobernador civil de Ávila, Fernando Herrero Tejedor, su gran valedor político, que es además delegado nacional de Provincias dentro del Movimiento. En 1961, será jefe del gabinete técnico de Herrero Tejedor, ascendido a vicesecretario general del Movimiento.
En julio de 1961, se casa con Amparo Illana Elortegui, hija de un coronel jurídico, con la que tendrá cinco hijos: Marian, Adolfo, Sonsoles, Laura y Javier.
En noviembre de 1964, el joven Suárez es nombrado secretario de las Comisones Asesoras de TVE, que preside Torcuato Fernández Miranda, y en enero de 1965 se convierte en director de Programas de TVE. Su carrera política discurre en paralelo: es elegido procurador en Cortes por el tercio familiar de Ávila, en 1967.
Suárez es nombrado en 1968 gobernador civil de Segovia, cargo en el que tiene la oportunidad de tratar con el príncipe Juan Carlos, con quien surge una relación de afinidad política y llegaría a fraguar una gran amistad.
Desde este cargo, como él mismo reconocería, se plantea como objetivo principal cuidar y proyectar la imagen del príncipe, poco más que un desconocido para la opinión pública en aquel entonces. A mediados de 1973, deja la dirección general del ente público.
En marzo de 1975, Suárez es nombrado vicesecretario general del Movimiento, a las órdenes de Herrero Tejedor, quien muere en un extraño accidente de tráfico tres meses después. Tras la muerte de Franco el 20 de noviembre, el rey Juan Carlos forma el primer Gobierno de la monarquía. Entre ellos, incluye a Adolfo Suárez como ministro secretario general del Movimiento.
Gracias a la labor de Torcuato Fernández Miranda, que logra introducir el nombre de Suárez en la terna definitiva de candidatos, el rey le designa presidente del Gobierno, cumpliendo así su propósito y el sueño de la infancia del protagonista.
En un hito tan trascendente como necesario, las Cortes franquistas aprueban su 'harakiri' con la Ley para la Reforma Política, que se validará en referéndum el 15 de diciembre. Así, se cambia de régimen sin romper la legalidad, lo que libra a Suárez y al rey de la acusación de perjurio.
En una casa de campo en las afueras de Madrid, en una reunión precedida de todo tipo de precauciones, Suárez se entrevista con Santiago Carrillo. "¡Cuántas horas de sueño me ha quitado usted!", le dijo al líder del PCE. Un encuentro imprescindible para que ambos supieran que podían confiar en el otro.
En marzo de 1977, se amplía la amnistía para delitos políticos y se legalizan los sindicatos. Poco a poco, se ponen los ladrillos para edificar la democracia.
En pleno Sábado Santo, se anuncia la noticia de la legalización del Partido Comunista de España, y ese pasaría a ser el Sábado Santo Rojo. Toda una piedra de toque de la naciente democracia, una traición para los inmovilistas y una decisión calificada como imprescindible para dar legitimidad a las elecciones.
El 15 de junio de 1977 se celebran las primeras elecciones democráticas en 41 años. Se presentaron a ella 589 agrupaciones. Ganó UCD, el partido de centro integrado por 15 formaciones y organizado al efecto en torno a la figura de Adolfo Suárez.
Los principales partidos políticos firman los llamados Pactos de La Moncloa, todo un programa de estabilidad al que se sumaron UGT, CCOO y la patronal, con el fin de procurar estabilidad al proceso político y a la economía, sacudida por los efectos de la crisis del petróleo.
La Constitución es ratificada en referéndum por el 87,78% de votantes, que representaban el 58,97% del censo electoral. El rey sanciona el texto fundamental de la legislación española el 27 de diciembre y el 29 se publica en el BOE.
El partido de Suárez repite victoria electoral, con la notable diferencia de que este resultado le convierte en el primer presidente del Gobierno constitucional. Las primeras Cortes constitucionales se abren y el 30 de marzo es investido el nuevo Gobierno. Sin embargo, el anterior consenso da paso ahora a una dura oposición liderada por el PSOE.
Del 28 al 30 de mayo, el presidente sufre un calvario político con la moción de censura del PSOE. Aunque la supera, queda políticamente derrotado frente a un Felipe González que se erige como alternativa de relevo. Suárez cae en picado cuando los barones de UCD cuestionan su liderazgo en la reunión de la "Casa de la Pradera", en junio. Pierde la iniciativa política al chocar una y otra vez con el rechazo de su partido.
Tras unos meses de rebelión agudizada en el seno de su partido, surgen fuertes rumores de golpe militar o de un gobierno de salvación nacional. Acosado por múltiples frentes y sin solución, Adolfo Suárez presenta su dimisión como presidente del Gobierno al rey, y este la acepta.
Durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del Gobierno tiene lugar una intentona de golpe de Estado. Gutiérrez Mellado y Suárez se niegan a doblegarse y se enfrentan al teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, que comanda a los golpistas en el Congreso.
El 29 de julio, el ahora Duque de Suárez incumple su compromiso de retirarse de la política y funda el Centro Democrático Social (CDS), con el que pretende liderar un partido de centro auténtico, alternativo a la polarización que veía entre izquierdas y derechas en España, y con el que se presentará a las elecciones generales de octubre.
El PSOE arrasa en las elecciones generales con una mayoría absoluta de 202 diputados de 350 en el Congreso. UCD queda como cuarta fuerza política, con un batacazo de 168 a 12 diputados. El CDS logra el 3% de los votos y dos escaños, integrado en el Grupo Mixto.
En las elecciones generales, en las que el PSOE ratifica su mayoría absoluta, el CDS logra cerca de dos millones de votos, el 10%, con lo que obtiene 19 diputados y tres senadores, y asciende a tercera fuerza parlamentaria. Es su mayor éxito electoral.
En las elecciones generales de 1989, el CDS pierde cinco escaños, se queda con 14 diputados y vuelve a ser adelantado por IU. El PSOE se queda a un escaño de la mayoría absoluta y el refundado PP de Aznar se consolida. Suárez admite en estas elecciones su fracaso personal.
En las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo, el CDS pierde más de la mitad de los votos que había logrado en 1987. Esa misma noche, Adolfo Suárez dimite como presidente del partido. El 25 de octubre, renuncia a su escaño en el Congreso. Es su abandono de la política activa.
Felipe de Borbón concede a un emocionado Suárez el premio Príncipe de Asturias de la Concordia, "por la trascendencia de su aportación personal a la concordia democrática entre los españoles, que se proyecta como ejemplo en el ámbito internacional".
Tras una larga lucha contra el cáncer, muere Amparo Illana, la esposa de Suárez. A partir de entonces se intensifica la enfermedad neurodegerativa de Adolfo Suárez, que, años después, en 2004, ya no será consciente de la muerte de su hija Marian.
En su última aparición pública, el expresidente Suárez interviene en un mitin en Albacete para apoyar a su hijo, candidato del PP a la presidencia de Castilla-La Mancha, en un acto en el que también estuvo arropado por José María Aznar.
Los reyes acuden a la casa de Suárez en la urbanización madrileña de La Florida, a donde Don Juan Carlos le visita para imponerle el collar de la Insigne Orden de Toisón de Oro. La foto de ambos paseando por el jardín es la última imagen que se tiene del político.
Suárez muere a los 81 años sereno y rodeado de su familia en una clínica de Madrid, donde ingresó seis días antes por una neumonía que desencadenó un empeoramiento del alzheimer con el que batalló más de 11 años. Se decretan tres días de luto oficial por el expresidente, que es enterrado en la catedral de Ávila junto a su mujer.