La ayuda internacional continua llevando a cuentagotas a Birmania. El primer avión de Cruz Roja ha aterrizado este jueves en Rangún con cinco toneladas de equipamiento de urgencia para atender a las víctimas que ha dejado a su paso el ciclón Nargis.

El tifón arrasó la semana pasada el sur del país dejando al menos 23.000 muertos y 41.000 desaparecidos, según la Junta Militar que gobierna con mano ferrea el país desde 1962. Otras fuentes locales hablan de hasta 81.000 muertos y EE.UU. eleva la cifra hasta 100.000.

Según la ONU hay 1,5 millones de birmanos afectados por la tragedia que están esperando la ayuda, pero después de seis días los militares no quieren que entren cooperantes internacionales. Quieren hacer la distribución de la ayuda ellos mismos.

Cruz Roja espera que un segundo cargamento de ocho toneladas llegue a bordo de un vuelo comercial desde Kuala Lumpur (Malasia), vía Bangkok. La llegada está prevista para la mañana del viernes, según ha explicado la Federación Internacional de la Cruz Roja en un comunicado.

"Nuestro plan es combinar vuelos especialmente fletados y vuelos comerciales", ha declarado John Sparrow, portavoz de la Federación para las operaciones de Kuala Lumpur.

"El reto ahora es hacer llegar este material a las personas vulnerables del delta lo más rápido posible", ha señalado Bridget Gardner, jefe de la delegación de la Federación en Birmania.

Un experto de la Cruz Roja para la coordinación de desesetre llegó a Birmania el martes. La ONG espera que los refuerzos lleguen este mismo viernes.