Cuba permite la venta de productos electrónicos
- Raul Castro intenta ganarse al pueblo liberalizando la venta de algunos bienes de consumo
- Los cubanos podrán comprar aparatos de aire acondicionado en 2009
- La llegada de combustible de Venezuela ha sido clave para llevar a cabo esta apertura
Ni partidos políticos ni libertad de prensa ni creación libre de empresas. El proceso de apertura de Cuba ha comenzado con la venta de ordenadores, reproductores de DVD y microondas.
Un memorándum interno del Partido Comunista cubano acaba de levantar la restricción de vender libremente algunos aparatos electrónicos básicos, en un claro intento del nuevo presidente cubano, Raúl Castro, de ganarse a sus conciudadanos mediante el acceso a los bienes de consumo.
De hecho, el dirigente cubano ha animado el debate sobre la economía cubana desde su llegada al poder, escuchando algunas de las quejas ciudadanas, centradas en los bajos salarios y el limitado acceso a productos básicos.
Eso sí, esta relajación en las rígidas normas del comercio minorista en Cuba se hará de manera gradual. Hasta 2009 los cubanos no podrán comprar un aparato largamente codiciado en la isla: el aire acondicionado. Para el año siguiente podrán mejorar sensiblemente el equipamiento de su cocina gracias al libre acceso a los tostadores y hornos eléctricos.
No para todos los bolsillos
Sin embargo, esta liberalización parcial no significa que estos bienes estén al alcance de todo el mundo. Para poder comprarlos, los cubanos deberán pagar en pesos convertibles, que valen 24 veces más que los pesos en los que los cubanos reciben sus sueldos del Estado.
Hasta el momento, tan sólo extranjeros y grandes compañías podían comprar odenadores, mientras los reproductores de DVD eran incautados en los aeropuertos hasta el año pasado. En esa fecha, el Gobierno de Raúl Castro empezó a relajar las normas de comercio, permitiendo a los cubanos comprar componentes de automóvil y cierto equipamiento eléctrico.
Crack energético
La venta de aparatos electrónicos fue prohibida en los 90 por el colapso que sufrió la economía cubana debido a la caída de la Unión Soviética, que enviaba a la isla miles de millones de dólares en subsidios y combustible. La red energética se cayó y llegó a haber cortes de luz de 18 horas.
Esta situación ha cambiado gracias a la importación en 2006 de cientos de generadores eléctricos que son alimentados por petróleo cedido por Venezuela, el principal aliado del régimen comunista en la región.