Beirut está completamente paralizada. La huelga general convocada por Hizbulá y otros partidos de la oposición libanesa ha comenzado con graves incidentes en la capital, entre ellos un ataque con explosivos que ha dejado dos soldados y tres civiles heridos. Se han registrado además tiroteos entre los partidarios del Gobierno y Hizbulá. La tensa situación ha provocado la desconvocatoria de la manifestación prevista.

Los graves incidentes registrados con la quema de neumáticos, la destrucción de vehículos, el ataque a dos periodistas y la detención de francotiradores han motivado la suspensión. La Confederación General de Trabajadores Libaneses (CGTL) ha desconvocado la manifestación, pero mantiene el llamamiento a la huelga general en todo el país.

Según informa la agencia Reuters, se han producido enfrentamientos en al menos tres distritos de la capital libanesa entre partidarios del Gobierno y de Hizbulá con rifles y granadas. Aunque de momento no se sabe si hay heridos, las ambulancias se han dirigido a los lugares de los enfrentamientos para atender a posibles víctimas.

Los partidario de la oposición, encabezada por el grupo chií Hizbulá, han bloqueado calles y carreteras en Beirut para imponer la huelga decretada por la Confederación General de Trabajadores. La situación es de tensa calma en otras regiones.

Desde primeras horas, los manifestantes han quemado neumáticos y han colocado barricadas en varias calles de Beirut. También han cortado varios puentes que unen las dos partes de la capital libanesa.

El aeropuerto, bloqueado

Asimismo, han cerrado la carretera que conduce al aeropuerto internacional Rafic Hariri de Beirut. Varios camiones han vertido arena para formar barreras, a las que han añadido neumáticos incendiados.

Esta mañana han sido anulados unos 30 vuelos, según medios locales.

La oposición culpa al Gobierno

En una entrevista con la cadena de televisión "LBC", el jefe de la central sindical, Ghassan Ghosn, ha acusado al Ministerio del Interior de no haber cumplido con su deber de cerrar las calles y carreteras beirutíes para que pudiera celebrarse la manifestación.

El líder de la CGTL ha explicado que querían que la huelga fuese "pacífica y no que se quemaran neumáticos para cerrar las vías", como ha sucedido finalmente.

Estaba previsto que la protesta pasara por algunos zonas conflictivas donde a menudo se registran choques entre partidarios de la oposición y de la mayoría. La Policía libanesa había reforzado la seguridad alrededor del Banco central del Líbano (BDL) donde iba a acabar la manifestación.

Los agentes habían puesto también alambre de espinos en una calle que conduce a la residencia del líder druso Walid Yumblat por temor a un ataque.

Agresión a la prensa y detención de francotiradores

La radio "Voz del Líbano" ha informado de que dos periodistas del diario independiente "Al Balad" han sido golpeados por la muchedumbre y han tenido que ser trasladados al hospital.

Asimismo, la emisora ha informado de que efectivos del Ejército han detenido a dos supuestos francotiradores.

Las protestas se producen en momentos de mucha tensión tras la decisión del Gobierno libanés de acabar con la red de telecomunicaciones del Hizbulá por ser ilegal.