Hace cuatro décadas, una entonces joven promesa del cine español, Carlos Saura, se quedaba sin estrenar su película Peppermint Flappé por las revueltas de Mayo del 68.

El certamen, reflejo del glamour y de las viejas formas a las que querían combatir los jóvenes airados de esta revuelta juvenil, echaba el cierre prematuramente a estos diez días de lujo y esplendor cinematográfico.

Desde entonces, los organizadores de Cannes han aprendido la lección. Al año siguiente crearon la sección La Quincena de Realizadores, para dar un hueco en el festival a otras voces distintas, "otros cines" que se escapasen de la mirada convencial.

Además, poco a poco, la sección oficial se convirtió en un exigente examen que sólo aprueban los mejores entre los mejores, sean 'vacas sagradas' o jóvenes promesas.

Presencia latinoamericana

Con motivo de los 40 años del 'cierre' del 68, el festival que comienza hoy ha decidido apostar más que nunca por la exigencia, dejando fuera del concurso a todo un Woody Allen por su Vicky Cristina Barcelona y colocando Ceguera, el último trabajo del brasileño Fernando Meirelles basado en la novela de José Saramago Ensayo sobre la Ceguera, como apuesta inaugural.

Su elección no es casual. La presencia del cine lationaméricano eclipsa a los dos tradicionales protagonistas de este certamen, las películas francesas y estadounidenses.

Además de Meirelles, estará su compatriota Walter Salles- director de Estación Central de Brasil- con Línea de Paso, y los argentinos Lucrecia Martel y Fernando Trapero con sus últimos trabajos.

Con todo, aunque el castellano estará presente en La Croisette, nuestra cinematografía sólo estará presente con la vieja película de Saura, que volverá a proyectarse en Cannes cuarenta años después.

Consagrados e independientes

En cuanto al cine del otro lado del Atlántico vendrá lo mejor de lo mejor: lo último de los consagrados Clint Eastwood y Steven Soderbergh y los trabajos de promesas como James Gray y Charlie Kauffman.

Los grandes gurús del cine independiente también tendrán su sitio. Por ejemplo, los hermanos Dardenne, ganadores de dos palmas de oro, presentarán El silencio de Lorna y el armenio-canadiense Atom Egoyan mostrará su último trabajo,  Adoración.

Eso si, la atención de los 70.000 habitantes de esta ciudad de la Costa Azul se centra estos días en un acontecimiento cinematográfico muy distinto: el estreno mundial de la última entrega de Indiana Jones.

Steven Spielberg acudirá con toda su factoría de sueños para presentarla con las aguas del Mediterráneo como telón de fondo.