La estación de tren de Santa Apolonia, ubicada en Lisboa, se convierte en un hotel. Fue construida desde hace más de un siglo e inaugurada el 1 de mayo de 1865. Este lugar albergó las oficinas de la estación durante años. Hoy, esos despachos se han convertido en un hotel gracias a una concesión de la empresa Infraestructuras de Portugal, que ha querido mantener su patrimonio.
Es un hotel cinco estrellas, pero no tiene spa, ni parking, aunque ofrece comida a cualquier hora. Un espacio que abraza el concepto del viajero que llega y se va. Si hay un viaje que marcó la historia de la estación de Santa Apolonia, fue el del mayor éxodo de portugueses en los años 50. Hoy, el turismo atrae a miles de viajeros y algunos de ellos se hospedarán aquí.
Todas las piezas originales de la época del hotel fueron parte de la estación: una mesa de telefonista, máquinas de escribir, maletas decoran cada rincón... "Hemos conseguido el premio de rehabilitación urbana en nuestra apertura. Creo que tenemos una enorme responsabilidad con el edificio y hemos hecho un proyecto que ha mostrado el respeto por la historia", ha indicado la directora del Hotel Santa Apolonia, Sonia Fragoso.