El sector turístico en el mes más veraniego por excelencia están convencidos que las cosas no van a ir bien, como ocurre en Baleares. Este primer fin de semana de agosto debería suponer el inicio de la plena temporada turística, pero la cuarentena impuesta por el Reino Unido ha supuesto un golpe sobre todo en Ibiza. En julio la facturación fue un 40 % inferior a lo habitual y los empresarios son pesimistas por el alud de cancelaciones, aunque algunos confían en recuperar las reservas en la segunda quincena de este mes si se levanta el aislamiento obligatorio a los británicos. En la actualidad el número de reservas es del 15 %.
En Canarias el panorama es similar y por los mismos motivos, una imagen desoladora con comercios cerrados, porque son pocos los locales que se han atrevido a retomar la actividad. Los que han reabierto tras cuatro meses de cierre no saben si los próximos días tendrán que volver a clausurar sus locales. El turismo local no es suficiente para paliar pérdidas.