El presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, han celebrado una histórica e improvisada cumbre en la militarizada frontera intercoreana que ha servido para reactivar las conversaciones sobre desnuclearización, estancadas desde febrero.
Tras concluir su encuentro con Kim, Trump ha dicho que "en las próximas dos o tres semanas van a empezar a trabajar los equipos", y que al frente de la delegación estadounidense van a estar el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el enviado especial de EEUU para Corea del Norte, Stephen Biegun. El reinicio de estos contactos es el resultado de un encuentro organizado de manera inesperada que ha acabado convertido en una cumbre informal y que ha contado nuevamente con el apoyo del presidente surcoreano, Moon Jae-in, una figura clave para mediar en el proceso de desnuclearización. 30/06/19