El diccionario de la Real Academia recoge la palabra "charlotada", peor no incluye "berlanguiano", un adjetivo que, además de honrar a Luis Garcia Berlanga, definiría lo que pasó en IFEMA. La Comunidad de Madrid y la UME fueron diligentes al crear ese hospital en menos tiempo que los chinos. El perosnal sanitario se djeó la piel. Claro que es motivo de fiesta cerrar un hospital por falta de pacientes, pero, tal vez, se pasaron de frenada al expresar el contento. La investigación abierta por la delegación del Gobierno en Madrid dirá la última palabra. La calusura de IFEMA fue como el recibimiento a los americanos en Bienvenido, Mister Marshall, con la particularidad de que la presidenta Díaz Ayuso interpretó dos papeles: el de José Isbert y el de Lolita Sevilla. En vez de sevillanas le faltó cantar un chotis y si continuamos el modo castizo, aquello fue 'la casa de Tócame Roque' o, como suena mejor en argentino, 'la concha de la Bernarda'. Aquí queda, señores académicos, una posible definición de berlanguiano: adjetivo; dícese de una persona o situación que, para expresas júbilo o tristeza, incurre en el esperpento. Por Juan Carlos Soriano.
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El berlanguianismo en la clausura de IFEMA
02/05/2020
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