El estado de alarma cerró los bares y la desescalada los está abriendo con restricciones. Durante el confinamiento, la policía ha desmantelado bares ocultos, clandestinos. Y es que la clandestinidad está muy presente en esta pandemia y posterior desescalada, como cuenta Juan Carlos Soriano. Asociamos clandestinidad con deseo y con sordidez, pero lo prohibido puede tener glamour, aunque no es lo mismo la Ley seca y Al Capone y los clubes secretos de Chicago que la cantina desmantelada en una frutería de Arganda del Rey en Madrid. Ahora que las discotecas abrirán en la tercera fase pero sin pista, el baile volverá a ser clandestino. Censurarán a Sergio Dalma, nada de bailar pegados. La pandemia nos devuelve viejas clandestinidades pero hay una muy anterior y que se eleva al cubo en estos tiempos: la de muchos inmigrantes, porque no hay peor confinamiento que vivir sin papeles.
14 horas fin de semana
El retorno de las viejas clandestinidades
06/06/2020
04:51