Los habitantes de Odesa piensan que Rusia va a intensificar sus ataques sobre la región y muchos ya esperan preparados para esto. Katherina, que vive con su hija pequeña, dice que solo este sábado soportaron diez ataques con misiles, pero que no puede ir a un refugio. "No está lejos de nuestra casa, pero con la niña y el carrito, mejor nos quedaremos en nuestro apartamento", asegura.
Anastasia también está preocupada por lo que pueda ocurrir mañana: "Sentimos la presión y sentimos miedo, pero confiamos en nuestro ejército, en la Fuerza Aérea para que proteja nuestros cielos y esperamos que todo vaya bien". Se ha preparado, acumulando agua, comida y medicinas, igual que Gregory, que también tiene preparada gasolina. Esto último es lo más complicado de conseguir en Odesa, ya que las gasolineras solo dispensan cinco litros de gasolina por vehículo y a precios muy superiores a los que había hasta ahora.
Informan Aurora Moreno y David Velasco, enviados especiales