El ataque ruso contra la estación de Kramatorsk, que ha dejado más de 50 muertos y cien heridos, está dificultando que continúen las evacuaciones de civiles víctimas de la guerra. La paralización de la estación de tren de Kramatorsk, que era un nudo ferroviario en el que concluían muchas líneas, está ralentizando el ritmo de huida. Las autoridades aseguran que se buscan alternativas, pero siguen llegando desplazados.
Las personas que llegan a Kiev insisten que les ha impactado la matanza de Kramatorsk. "Era un horror, había tantos gritos que se me ponían los pelos de punta, no se puede describir con palabras", dice Ludmila, que huye de la región. Natalia, una mujer de mediana edad que viaja sola con sus 6 hijos, también intenta llegar a la frontera: "Es difícil, llevamos viajando desde las 2 de la madrugada, los niños están cansados, tienen hambre, intento tranquilizarlos", nos cuenta. Su objetivo es salir de Ucrania hacia Polonia.
Informa Fran Sevilla, enviado especial a Ucrania