Para los refugiados que han conseguido salir de Ucrania, comienza una nueva etapa, cargada de miedo e incertidumbre. El papel de los voluntarios está siendo fundamental en este proceso. Muchos de ellos ofrecen sus casas a los ucranianos que llegan a la frontera, para evitar los campos de refugiados. Un voluntario alemán consiguió una semana de vacaciones para colaborar en la frontera. Se encarga de sacar refugiados y llevarles ayuda humanitaria, por lo que pide que las donaciones sean prácticas: “Cosas como carrito del bebé o grandes juguetes para los niños es una bonita idea, pero no es práctico para la gente”, expresa.
Verónica, que es voluntaria en el paso fronterizo, dice que hoy no tienen nada: “Tenemos dulces, pero esto no es comida, necesitamos toda clase de comida y snacks que se puedan llevar”, pide. Además, desde Cáritas necesitan medicinas para enviar a Ucrania y se lamentan de que "las posibilidades de los polacos para acoger gente en sus casas en breves se acabarán".
La mayor parte de refugiados que salen de Ucrania son mujeres y se enfrentan a muchos duelos. Nora Martínez, psicóloga y consultora de Naciones Unidas para las Migraciones, asegura que pasan por varios tipos de duelo: el duelo por la familia perdida, por tu vida, tu rutina, tu contexto y también por perder tu identidad.
Informan Isabel Jiménez y Fernando Torrico