En el polideportivo de Dumbreveni, a unos 40 minutos frontera ucraniana, han pasado la noche entre 70 y 80 personas. La mayoría de ellas ya ha partido hacia España o Italia, aunque una decena permanece. Se trata de mujeres mayores que viajan solas o mujeres como Nina, que está embarazada y tiene 5 hijos. Se queda en el polideportivo para esperar a su marido y poder ir juntos a otro país europeo. Cuenta la tristeza que ve en su hijo mayor y añade que quiere que el niño que espera solo vea sonrisas, y no lágrimas. Nicolás, que vivió en Barcelona y trabajó en la construcción, espera para poder volver a Ucrania y cree que no se ha hecho lo suficiente para frenar la guerra: "Las cosas no se han hablado".
Informan Laura Alonso y Sergio Jiménez, enviados especiales