Un 10 por ciento de las personas que se infectaron con la covid-19 y han ganado la batalla al virus siguen padeciendo enfermedad persistente, es decir, les quedan secuelas que les complican y mucho la vida. Fatiga intensa, fiebre, taquicardía y dolores musculares, las principales afectadas las mujeres a partir de los 40 años. Silvia Soler es una de esas personas y es portavoz de una de la asociación que les agrupa "hemos aprendido a vivir el día a día porque no sabes como vas a estar, cuando vas a sufrir una recaída o cuando vas a esta bien, como antes, cando tenías tu vida normal antes de enfermar". Nos lo ha contado en el DiDiario 14 horas Fin de semanaario 14 horas Fin de semana en el que también ha hablado si la anunciada vacuna puede mejorar su situación "los médicos no saben muy bien porque persisten estos síntomas en nuestros cuerpos. Hay diferentes teorías sobre si son un problema inbmunológico, problema de algún reservorio en algún sitio, sobre todo en intestino, y la vacuna a nosotros, los que ya hemos tenido covid no nos va a ayudar demasiado. Nosotros creemos que deberían apostar por investiar y dedicar recursos, porque es la única manera de saber por qué nos afecta de esta manera".
Estos enfermos no solo padecen las secuelas física, también las sociales porque están estigmatizados según Silvia Soler que piensa que es parecido a cuando aparecieron enfermedades como elVIH"La gente duda si infectas, la gente no entiende por qué sigues enfermo, en el aspecto labora, la gente no quiere enfermos en sus trabajos y bueno... las relaciones sociales y laborales también ha cambiado mucho durante todo este tiempo, hay gente que perdió su trabajo, sus amigos, su pareja. Entendemos que nadie quiso enfermar y que nosotros somos los enfermos de la primera ola y nos sentimos un poco abandonados ahora"