Eulallia Lluch, hija del que fuera ministro de Sanidad, Ernest Lluch, asesinado por ETA el 22 de noviembre de 2000.
Dice que ha tenido poco tiempo para digerir el comunicado pero que tiene buenas sensaciones. Hacía tiempo, añade, que lo esperábamos y "creo que esta vez se ve un aire distinto y estoy muy contenta aunque tengo un punto de prudencia pero con mucha esperanza e ilusión".
La sociedad vasca es la que más ha sufrido el problema, explica y hoy aquellas personas que hasta ayer iban con escolta o los empresarios que recibían cartas de extorsión estarán más aliviados.
También asegura que "no debemos meternos los que no sabemos de qué va esto, las víctimas no somos profesionales, se nos tiene que recordar, incluir en la memoria de un país pero tenemos que dejar que trabajen quienes saben de estas cosas".
Afirma que su padre diría que ya era hora, que llega tarde, pero estaría contento porque hoy la posibilidad de paz en Euskadi está en la punta de los dedos (21/10/11).