Los miles de refugiados que se agolpan en la frontera turca con Grecia dependen de las decisiones que pueda tomar la Unión Europea. La situación es tensa, pero a pesar de las cargas con gases lacrimógenos miles de personas siguen intentando llegar a Europa.
La situación también es muy complicada en varias islas del mar Egeo. En Lesbos a primera hora de la mañana, alrededor de un centenar de migrantes esperaban al borde de la carretera en una zona donde suelen llegar embarcaciones. Llevaban allí tres días. La policía les ha repartido mascarillas, sin explicar la razón, y después han llegado dos autobuses a los que se han subido bastante desconcertados, sin saber a dónde se los llevan.
Algunos de estos refugiados están embarcando en un buque de la armada griega que ha llegado al puerto de Mytilene. Es una especie de albergue flotante en el que se va a acoger a más de 400 personas que han llegado en los últimos días. Así se quieren evitar los enfrentamientos y separarlos de los que llegaron antes y sí tienen derecho a asilo. No se sabe cuáles serán las condiciones de vida en el barco, si tienen derecho a moverse libremente.
Todo está cambiando en las islas del Egeo en cuanto a la gestión migratoria tras el endurecimiento de la política del gobierno, criticada por autoridades y vecinos locales.
Informa la enviada especial de RNE a Lesbos Sara Alonso.