La reina Isabel II ha convocado una reunión en una de sus residencias privadas, en Sandringham, para atajar la crisis abierta en la familia real tras el anuncio de los duques de Sussex de su intención de dar un paso atrás e ir abandonando sus obligaciones para ser económicamente independientes.
Con su heredero y sus dos hijos debatirá el nuevo papel de Enrique y Meghan Markle y los cambios en la estructura de la familia real.
Hoy los dos príncipes Guillermo y Enrique han denunciado la especulación de la prensa británica sobre su relación. Han condenado su lenguaje "ofensivo" y "potencialmente dañino".
La reunión podría tener implicaciones constitucionales si lleva cambios en la estructura de la casa real, por el precedente que pueda sentar, y por la financiación de la monarquía.