Jesús Núñez, Codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, explica que después del ataque contra dos bases con presencia estadounidense en Irak por parte de Irán, se esperan más respuestas de EE.UU. y de nuevo de Irán.
Este círculo lleva alimentándose desde mayo de 2018, explica, y Washington lleva a cabo una estrategia de máxima presión, forzando a Irán a sentarse en la mesa de negociaciones para establecer un nuevo acuerdo nuclear mejor del que se firmó en 2015. Pero el objetivo real, asegura Núñez, es derrocar al régimen iraní, que no está aceptando su papel en la región.
Ni a EE.UU. ni a Irán les interesa una guerra convencional, con acciones militares, dice, porque Teherán es consciente de su inferioridad, y Washington no quiere otro escenario bélico en Oriente Medio.