Este jueves, el Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente la ley de amnistía por mayoría con 177 votos a favor, 172 en contra y 0 abstenciones. Esta votación levanta el veto del Partido Popular en el Senado, que intentaba retrasar la aprobación del texto lo máximo posible. Con ello, la amnistía ha superado su trámite parlamentario y, a partir de ahora, la última palabra la tendrán los jueces.
Un pleno en el Congreso lleno de choques entre partidos y mucha tensión. Por un lado, Míriam Nogueras y Gabriel Rufián han dejado claro que la siguiente parada después de la amnistía es el reconocimiento nacional de Cataluña con el referéndum. Asimismo, el debate ha terminado con un encontronazo entre Sumar y Vox por las palabras de Abascal sobre el portavoz adjunto de Sumar, Gerardo Pisarello. También ha sido tensa la intervención del diputado socialista Artemi Rallo, con interpelaciones directas al líder popular, Feijóo.
Después de la aprobación de la norma, las comunidades autónomas gobernadas por el PP como Madrid, Aragón y Castilla-León preparan un recurso al Tribunal Constitucional. Este anuncio lo ha hecho Isabel Díaz Ayuso antes que la cúpula del partido.
Asimismo, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se ha reunido con los fiscales del juicio del 'procés'. Estos lo tienen claro, la malversación no se puede amnistiar y si se puede perdonar la desobediencia y los desórdenes públicos. También consideran que las medidas cautelares de detención no deben levantarse.
Pero nos preguntamos: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Todo empezó tras los resultados de las elecciones del 23 de Julio, en las que el PP obtiene el mayor número de escaños. Sin embargo, para ser investido Pedro Sánchez negocia con los independentistas catalanes una amnistía: la aprobada hoy. Sin embargo, los antecedentes se remontan a 2019 cuando el PSOE reconoce la existencia de un conflicto político y pacta la creación de una mesa de diálogo y dos años después anuncia los indultos.