Moscú guarda con celo sus capacidades atómicas así que la información que hay se basa es cálculos y suposiciones. La última referencia se remonta a pocos días antes de la invasión de Ucrania, en el boletín de científicos atómicos, que intuye que Moscú dispone de unas 6.000 ojivas nucleares, de las que 1.500 estarían ya camino de su desactivación por obsoletas.
Así que Rusia tendría unas 4.500 cabezas operativas de las que unas 1.600 estarían montadas sobre misiles intercontinentales, bombarderos aéreos, lanzaderas de medio alcance o submarinos. Algunos operativos vienen desde los años 70 pero hay otros más modernos. Sea verdad o simplemente una forma de amedrentar, Moscú mantiene por escrito en su política estatal de uso de armas para disuasión que solo las usaría si alguien usa un arma atómica en su contra o de sus aliados o, también, si la existencia de Rusia se ve amenazada por el uso de cualquier arma.
Informa Santiago Barnuevo