Las inversiones en investigación en ciencia de España se sitúan a niveles de hace 15 años, muy por debajo de la media de la Unión Europea y afectadas por los vaivenes políticos, según denuncian los científicos.
El presupuesto destinado a I+D es el 1,2% del PIB, pero además es una partida que muchas veces no se llega a utilizar por completo, mientras que la media de la UE es de destinar un 2% del PIB, ocho décimas más que España. Alemania incluso mantiene el compromiso de alcanzar una inversión en ciencia del 4% en 2025.
Para Esteban Domingo, vicepresidente de la Real Academia de Ciencias, uno de los problemas es la burocracia. Según afirma, a las empresas les cuesta mucho acceder a ese dinero para investigar y "eso es gravísimo porque es un dinero que sería muy importante para establecer colaboraciones en investigación con la industria".