El Vaticano se enfrenta a un nuevo terremoto en su cúpula. El cardenal Angelo Becciu ha presentado su dimisión como Prefecto de la Congregación de los Santos, y ha sido aceptada por el Papa Francisco. Esto tiene muy pocos precedentes.
Los medios italianos le relacionan con el último escándalo de corrupción, relacionado con los donativos de los creyentes. Becciu era el responsable de los fondos de la Secretaría de Estado cuando se produjeron opacas y desastrosas inversiones inmobiliarias y un presunto desvío de fondos destinados a obras de caridad. Esto lo investiga la justicia vaticana, que ya suspendió a varios funcionarios, confiscó documentos y detuvo a un intermediario financiero.
Becciu no está oficialmente investigado. De momento el Vaticano no da más explicaciones.