Los científicos recuerdan que todos los fármacos tienen efectos adversos y que lo habitual es lo que está sucediendo ahora con las vacunas, es decir, que se den pasos adelante y hacia atrás en función a lo que se vaya detectando. La gran diferencia es que este proceso se está retransmitiendo en tiempo real y eso produce incertidumbre.
Carmen Cámara, secretaria de la Sociedad Española Epidemiología, cree que la farmacovigilancia está funcionando y considera que las vacunas de ADN son necesarias porque con las de ARN no habría suficientes para todos. “Va a morir más gente esperando a que esa producción llegue que utilizando esas vacunas”, afirma.
Ernesto Estrada, de la Fundación Aragonesa de la Investigación y Desarrollo, cree lo que está ocurriendo es normal. “Si en siglo XIX hubiésemos tenido los medios de comunicación que tenemos, nadie se hubiese tomado una aspirina porque se hubiesen reportado en tiempo real, hemorragias y úlceras”.
Informa Rosa Basteiro