Quienes cruzan la frontera son niños y adolescentes acompañados de madres, de tías, de abuelas... mujeres cargadas de pena con mucha angustia por quienes dejan atrás. Todos los hombres de entre 18 y 60 años están obligados a quedarse en Ucrania por si son llamados a filas.
María ha venido a Polonia con su suegra y los niños, y ha dejado en Ucrania a su madre, porque no se puede mover, y a su marido quien le ha dicho que "estaba intentando ser fuerte, que tal vez tenía que adiestrarse al ejército y, además, ayudar a mi madre. Yo ayudo a su madre, él ayuda a la mía."
Janila llegó a Polonia hace una semana con sus dos nietas y pasaron 48 horas en una cola para poder pasar la frontera. Asegura que nunca perdió la calma porque en su formación como enfermera se incluía cómo prepararse para una guerra.
Informan Isabel Jiménez y Fernando Torrico, enviados especiales a la frontera en Polonia