La Guardia Civil ha abierto un expediente disciplinario, por una posible falta grave, a tres agentes que el pasado mes de diciembre no detuvieron a un hombre que se había saltado la orden de alejamiento de su expareja. La mujer, de 40 años, y su hija de apenas 11 meses fueron asesinadas horas después.
El instituto armado abrió una información reservada el mismo día en el que las víctima aparecieron muertas para aclarar la actuación de los agentes, ya que un día antes del crimen la mujer llamó a la Guardia Civil porque su expareja había quebrantado la orden y una patrulla acudió a la vivienda.
Ahora, los tres agentes se enfrentan a una posible falta grave y el procedimiento se puede alargar durante meses, su resolución será posterior al juicio contra el posible autor del doble crimen, que mañana declara ante el titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer número 1 de Santander.
Informa Cristina Dosal