En Odesa, las calles están vacías por el toque de queda que terminará mañana y los ciudadanos viven este 9 de mayo, Día de la Victoria en Rusia, en tensión y se prepara para posibles ataques en un día tan señalado para Putin. El país ruso ya ha lanzado en las últimas horas seis ataques a Odesa, varias viviendas se vieron también afectadas y tres personas están heridas. El ataque alcanzó también a la localidad de Belgrado, cerca de la frontera con Moldavia, que se ha quedado sin suministro de agua ni electricidad.
El analista militar Alexander Kovalengo ve indicios de que esta guerra ha entrado en una nueva fase: “Rusia ya no lleva a cabo operaciones ofensivas a gran escala, avanza menos en el Donbas y se retira de algunas zonas de Járkov”, asegura el analista y añade que “Rusia continúa teniendo equipos y munición de forma casi inagotable, pero que “el nivel profesional de sus soldados es bajo”. Además, el analista militar afirma que “Rusia basa casi por completo su estrategia en manuales de guerra de la época soviética ligeramente modernizados, pero que no funcionan y menos en grandes territorios como Ucrania” y que por tanto, “estamos en un punto de inflexión en esta guerra porque después de dos meses y medio, Rusia no está siendo capaz de dominar a un oponente teóricamente más débil”, asegura el analista militar.
Informa Aurora Moreno, enviada especial