En Polonia miles de mujeres salen a la calle en una huelga general que pone en evidencia el rechazo social ante el último fallo contra el aborto, una sentencia del constitucional que prácticamente lo ilegaliza. Las iglesias están siendo el blanco de esa ira ciudadana. El domingo los manifestantes irrumpieron en misa protestando contra la sentencia, lo nunca visto en el país más católico de Europa. Esta semana muchos templos y estatuas del Papa Juan Pablo II han sido objeto del vandalismo.
El primer ministro Jaroslaw Kaczynski califica de criminales las manifestaciones en una Polonia desbordada por la pandemia. La oposición parlamentaria cree que echa más gasolina al fuego. Ya ha habido los primeros choques entre partidarios y detractores en Varsovia.
El movimiento huelga de las mujeres que coordina las protestas desde ayer ha publicado los nombres y las direcciones de los magistrados del Tribunal Constitucional y de los diputados pro-vida.