Los problemas de las fábricas de automóviles por el coronavirus también afectan a la industria auxiliar. La patronal Sernauto calcula que este año la facturación del sector caerá entre un 20% y un 30%. Esto se traducirá en menos empleo. Hasta 22.500 puestos de trabajo podrían perderse aunque los fabricantes de componentes esperan que el plan de ayudas que prepara el Gobierno reduzca el impacto. El cierre de Nissan también será un golpe, pero Sernauto cree que tendrá un impacto limitado para el conjunto sector.
Donde sí temen el adiós de Nissan es en las fábricas que dependen del fabricante japonés. La lista es larga: desde Faurecia a Marelli pasando por Magna o Lear. En la fábrica de Gestamp en la Zona Franca el 70% de su producción iba directamente a la factoría. Ahora ven "bastante negro" su futuro aunque insisten en que lucharán para conseguir una alternativa. También están preocupados los casi 600 trabajadores de Acciona subcontratados en la planta de Nissan para tareas logísticas. Se sienten "invisibles" pese a que ellos podrían acabar en la calle, aunque con menos indemnizaciones que la plantilla de Nissan.