En Líbano la situación es crítica. A los problemas económicos y sociales del país se suma el hecho de que prácticamente una cuarta parte de su población son refugiados sirios: más de un millón viven en el país en condiciones desesperadas. Según un informe de ACNUR y UNICEF, nueve de cada diez sufren la pobreza extrema.
Una situación que se ha deteriorado en los últimos meses debido a la peor crisis de las últimas décadas. La gran mayoría se ven obligados a hacer lo que sea para sobrevivir: mendigar, pedir dinero prestado, no enviar a sus hijos al colegio. Las familias han recortado sus raciones de comida porque los precios se han disparado: los de los alimentos, más de un 400%. El 30% de los niños no ha ido nunca a la escuela y una de cada cinco niñas entre 15 y 19 años está casada. Su única alternativa es volver a Siria, un país en guerra.
Informa María Gámez, corresponsal en Jerusalén.