La FUNDEU ha hecho un concurso mundial para elegir el lapsus más gracioso del año y ya tenemos ganador. El sistema de eliminación es como el del mundial de fútbol.
Se parte de 16 lapsus muy conocidos: estar en el candelabro, ostentorio, sórdido como una tapia, que son atribuidos al mundo de la farándula, del periodismo, o a curiosos personajes de la historia, como un alcalde de Barcelona de hace un siglo que se llamaba Juan Pich y Pon. Se cuenta que dijo que ‘su circunsición’ era Barcelona, en lugar de su circunscripción electoral.
Los seguidores de la FUNDEU votaron hasta llegar a semifinales. Y ya hay ganador: luz genital. Todo un símbolo de cómo una letra puede cambiar un significado. El éxito ha sido tal que la FUNDEU va a abrir un blog para recopilar lapsus que todos hemos cometido.