El transporte genera el 27 % de gases de efecto invernadero, pero la cuota del tren es apenas de 5 décimas. Por eso el ferrocarril se sitúa en el centro de la estrategia de la movilidad sostenible. Bruselas quiere multiplicar por dos el volumen de pasajeros de tren en 2030 y el de mercancías para 2050. La aviación es responsable del 3 % de emisiones de CO2. La descarbonización del sector está en marcha, pero es compleja. Ahora se trabaja en combustibles ecológicos fabricados con residuos de plásticos, aceites usados, podas agrícolas. La tecnología está, pero el precio no acompaña. El transporte público ha sufrido un gran retroceso en 2020. Antes de la pandemia, un 54 % de ciudadanos usaba el transporte público para desplazarse. Ese porcentaje ahora ha disminuido 7 puntos. Respecto a la utilización de coches, una encuesta realizada por la consultora Accenture destaca que el 64 % de los conductores estarían dispuestos a pagar más por un coche sostenible.
Informa Blanca Pascual