La directora de salud pública de la OMS, María Neira, aconseja prudencia en la vida cotidiana tras el confinamiento. Le preocupa el brote de Pekín, que las autoridades chinas han calificado de “extrema gravedad”.
Entre las medidas que han tomado, está la cancelación del 60% de los vuelos, la desinfección de mercados y restaurantes y el cierre de colegios e universidades. Además no se puede acceder a un bloque de casas que no sea el propio, se fomenta el teletrabajo y se han cancelado los servicios de taxis que van a otras provincias.
Ya se habla de 137 contagiados y se ha habilitado para los casos graves el hospital más cualificado de la ciudad. Hay 9 distritos afectados, 90 mil personas confinadas, y alrededor de sus comunidades han colocado vallas que recuerdan al confinamiento de Wuhan.
De nuevo hay una orden de no salir a menos que haya necesidad y tratan de que este brote no se convierta en una ola de contagios masivos. Estos días, hasta el viernes, serán decisivos para ver cómo evoluciona, sobre todo con las cifras de nuevos contagios. Hoy ha habido 31, 4 más de los notificados ayer.