La decisión de la Unión Europea de empezar a reemplazar el gas que importa de Rusia por el de Estados Unidos puede aportar más estabilidad y seguridad estratégica, pero tiene algunas desventajas. Por un lado, los expertos advierten de que se concentrará más la demanda, lo que puede provocar una subida de precios. Además, hay que tener en cuenta que los 50.000 millones de metros cúbicos de gas que Europa quiere comprarle cada año a Estados Unidos en 2030 apenas representan un tercio de todo el gas que ahora procede de Rusia. Es la prueba de que reemplazar a Moscú no se conseguirá de la noche a la mañana. A eso se añade que casi todo el gas norteamericano ya está vendido con contratos a largo plazo. Eso explica que el gas norteamericano que llegó a España por barco en diciembre nos costó el doble que el gas argelino por tubo. "Es un buen negocio para Estados Unidos, pero no tan bueno para la Unión Europea. Hay que tener la precaución de no sustituir una dependencia energética del gas ruso por una del gas licuado estadounidense", asegura José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea.
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El precio de cambiar el gas ruso por el de Estados Unidos
25/03/2022
01:59