El primer debate entre Donald Trump y Joe Biden será a las nueve de la noche, hora de la costa este de EE.UU., en Cleveland, Ohio, con público limitado por la pandemia y retransmitido por todas las grandes cadenas de televisión. En la agenda prevista están las repercusiones del coronavirus, la marcha de la economía, las protestas contra la violencia racista, la nominación de la nueva magistrada del Tribunal Supremo y la propia integridad de las elecciones.
El debate presidencial es todo un fenómeno en Estados Unidos. Con décadas de historia, es casi una religión para los asesores de campaña. El primero se celebró en 1960. Nixon y Kennedy medían sus fuerzas ante las cámaras. El primero, sudoroso bajo los focos, ganó el debate entre los oyentes de radio y Kennedy ante los telespectadores, porque personificaba la imagen de la juventud. Después ha habido otros sonados, como el de Reagan y Carter en 1980, o el que enfrentó a Al Gore contra George Bush en el 2000.