A pesar de que se van acortando las listas de parados y de empleados en ERTE a quienes hay que gestionar ofertas y prestaciones, las oficinas del servicio público de empleo, el SEPE, siguen desbordadas por el final de los contratos extra ante la pandemia.
En plena pandemia se contrataron 1.500 interninos para el SEPE. De ellos, 1.000 ya han terminado su contrato y en diciembre lo harán los 500 que quedan. Un recorte de plantilla que, según los sindicatos, hace muy difícil compaginar la gestión de los ERTE con la de otras tareas como las prestaciones por desempleo. Una saturación que notan quienes acuden al SEPE.
Es el caso de Víctor. El 23 de septiembre no renovó su contrato en la hostelería y decidió formar su propio negocio. Necesita solicitar la capitalización del paro, es decir, recibir de golpe toda la prestación que ha acumulado. Más de 10 días después no es capaz de concertar una cita con el SEPE. Los sindicatos CSIF, UGT, y CCOO han pedido una reunión urgente con la ministra de Trabajo Yolanda Díaz para evitar el colpaso del SEPE.