Dos días después de que Sanidad haya modificado el sistema para contabilizar los nuevos contagios y fallecidos por la pandemia, los registros civiles, tras varios meses de colapso, empiezan a incorporar miles de certificados de defunción que se habían ido acumulando. El resultado es que durante el estado de alarma han muerto 43.000 personas más de lo que suele ser habitual a estas alturas del año.
En el período entre el 13 de marzo y el 22 de mayo la mortalidad en España se incrementó hasta en un 55%. El sistema de monitorización diaria de la mortalidad, donde se vuelcan los datos, incorpora 13.250 muertes no incluidas hasta ahora por la ralentización por la pandemia y un cambio en la notificación.
Destacar que entran todas, también por otras causas, y aquellas colaterales por falta de consultas o no acudir a tiempo a urgencias en el punto álgido de la pandemia. La mayor diferencia en cifras se produce en Cataluña, con 8.514 no notificadas antes. También ha habido más impacto en Castilla y León, Castilla La Mancha y Madrid.