Sube la tensión entre Rusia y Ucrania, arropada por la OTAN y Estados Unidos. Decenas de miles de militares rusos con armamento pesado están concentrados en la frontera ucraniana, en el mayor movimiento de tropas desde la anexión de Crimea a Rusia hace siete años. Washington y la Alianza Atlántica exigen a Putin que las retire, el Kremlin dice que se defienden de la provocación del envío de barcos americanos a la zona.
El ministro ucraniano de exteriores instaba en las últimas horas a sus socios occidentales a actuar, pidiendo más sanciones contra Rusia. Nicolás de Pedro, experto en Rusia y jefe de investigación del Institutte for Statecraft, ha dicho en el 14 horas que las opciones están abiertas. "Por el volumen de tropas cabe la posibilidad de que se esté planeando un golpe devastador contra Ucrania. Pero también puede ser que sea un movimiento coercitivo", ha dicho.
Cree que la posibilidad de que Moscú se esté planteando atacar a Ucrania es real. "Los medios preparan a su audiencia doméstica para ello. Hay un desequilibrio de fuerzas tan grande que es un incentivo para Rusia. Están haciendo un cálculo de costes, para saber cuál será la reacción de EE.UU. La de Europa ya se sabe que tendrá poco impacto", ha explicado.