Hoy se cumplen cinco años del histórico momento en el que los británicos decidieron en referéndum dejar la Unión Europea. Luego vendrían las extenuantes negociaciones con Bruselas para soltar amarras el pasado 1 de enero.
Más de trescientos mil españoles han pedido la residencia para quedarse a trabajar o tener derecho a la sanidad pública. Pero una cifra similar de comunitarios no han hecho todavía el trámite. Londres les da ahora una prórroga de 28 días. Ya no hay libertad de movimiento y los ciudadanos comunitarios son inmigrantes.
Para trabajar se requiere una visa y cumplir requisitos estrictos. Para los que ya vivían allí antes del 31 de diciembre de 2020, pueden quedarse siempre que soliciten el asentamiento, el "settle status". Permite residir, trabajar y acceder a la sanidad pública. El plazo termina en una semana pero se estima que son miles los europeos que pudiendo haberlo solicitado, no lo han hecho. Una vez pasado el plazo podrían pasar a ser inmigrantes documentados de la noche a la mañana.