Los bancos se juegan devolver entre 3.000 y 44.000 millones de euros. Sólo algunos afectados pueden exigir compensaciones: aquellos que no hayan reclamado a su entidad o que lo hayan hecho y estén pendientes de sentencia. Si la petición es denegada el camino continúa a través de la vía judicial. La decisión última depende de cada juez y de cada caso.
La sentencia parece salomónica porque complace tanto a las asociaciones de consumidores como a las entidades bancarias. Desde Asufin reconocen que habrá un nuevo colapso en los tribunales y los bancos tardarían en devolver el dinero entre cinco y ocho años. No obstante su presidenta Patricia Suárez anima a denunciar, convencida de que las sentencias cambiarán a partir de ahora en favor de los consumidores.
La banca está satisfecha con la sentencia europea porque cierra la puerta a demandas colectivas. En un breve comunicado, la AEB asegura que valida plenamente la utilización del índice IRPH y que en caso de que un juez pudiera considerarlo poco transparente, el efecto sería su sustitución por el IRPH para entidades, cuyo valor es prácticamente el mismo.